lunes, 30 de marzo de 2009

Como conseguir madera para talla (2ª parte)

Un tallista que resida en zonas rurales, o simplemente en el conurbano, solamente tiene que salir a su patio o jardín, tal vez dar una vuelta por el barrio y seguramente se podrá hacer de un trozo de madera para tallar. Después se verá como corta el tronco para hacer tablas o rodajas, pero la materia prima ya la tiene.

De bastante joven tuve la oportunidad de visitar la casa- estudio que Hernán Dompé, un gran escultor argentino, tiene en la zona de Capilla del Monte, en la provincia de Córdoba. Me impresionó mucho la cantidad de madera de diferentes tipos que estaba apilada prolijamente en un rincón a cubierto del gran patio abierto donde trabajaba, y mas me impactó la declaración del escultor cuando comentó que toda esa madera la habia obtenido de un bosque silvestre que crecía frente a su casa. Y recordé la anécdota de Henry Moore, el gran tallista y escultor inglés, que tenía el derecho de elegir, en el bosque cercano a su casa, el olmo con el que quería hacer su próximo trabajo. Ese arbol era talado, secado y preparado por sus ayudantes para que luego el maestro pudiera trabajar con el.

Pero nosotros somos tallistas urbanos, no tenemos bosques ni acceso a cortar nada, que no sea alguna ramita en el ficus de la entrada (y sin que nos vean, claro...).

Si no queremos caer en el aserradero, ¿podemos conseguir madera para tallar...? Por supuesto!!!,... siempre y cuando accedamos a levantar cosas de la calle.

Suele haber dos tipos de madera tallable desechada por los demás, la madera de poda y la que proviene de muebles en desuso y desechados.

La madera de poda es especialmente abundante a principios del otoño, es ahí el momento de acopiarla. En nuestra ciudad se han plantado, por diferentes motivos, arboles tales como paraísos, plátanos, tipas, jacarandaes y lapachos, todos de buena a excelente madera para tallar. Un buen método es conseguir una guía de identificación de árboles, para saber con que madera nos encontramos cuando damos con los rollizos y ramas que dejan en la calle las cuadrillas de la Municipalidad (con las que frecuentemente hay que negociar...). También hay que estar pendientes a la evolución de los jardines vecinos, donde muchas veces aparece madera de buena calidad desechada.

Una vez que nos pudimos hacer con la madera, llega el momento de ponerla a secar. Para eso debemos disponer de un lugar a cubierto de las inclemencias del tiempo y de saltos bruscos de temperatura. Puede ser una leñera, el interior de la parrilla o, si no dispusieramos de lugar con techo, usar parte del balcón, cubriendo la madera con un nylón flojo para que no condense la humedad y corra el aire bajo la protección. Hay que colocar la madera de forma tal que no este en contacto con el piso y revisarla frecuentemente para constatar que no aparezcan insectos. Tambien es bueno fumigarla, por si los insectos ya estan en la madera. Despues de uno o dos meses de mimos, la madera estara lista para su uso. Sobre el tema del descortezado no hay posiciones fijas, hay quien le saca la corteza con el fin de acelerar el secado y que la madera quede mas "limpia", pero muchas veces se encuentra con la aparición de rajaduras por el secado desparejo de la pieza. Personalmente, prefiero secar el rollizo con la corteza, pero tengo que reconocer que fomenta la aparición de insectos mas facilmente.

La otra fuente de madera que comentamos son los antiguos muebles que no se pueden o no se quieren restaurar. Cuando aparece alguno de estos hay que revisarlo para constatar de que tipo de madera es. Es importante constatar si se trata de madera maciza o enchapada. Si esta tallado, seguramente se trata de madera entera. En el caso de la segunda opción, se debe revisar que tipo de madera constituye la base del enchapado. Los muebles modernos es probable que usen madera poco tallable (aglomerados o fibrofácil) como soporte. Las posibilidades mejoran con la antiguedad.

Despues hay que desarmarlo lo mas prolijamente posible, sin arrancar trozos de madera. Si el mueble esta encolado y clavado, se debe insertar una cuña metalica (un destornillador fuerte puede servir) en la abertura y hacer palanca hasta que el clavo se pueda sacar con la tenaza. Si esta entarugado, pueden cortarse los tarugos con un serrucho pequeño o una hoja de sierra. Hay que tratar de preservar las partes mas amplias del mueble, como sobres, estantes o puertas. También suelen ser de buena calidad los frentes de cajones y las patas de los muebles de estilo. Los laterales, fondos y cuerpos de cajones se realizaban en maderas de inferior calidad.

Una vez desarmado, hay que revisar las partes para comprobar que no queden clavos, tornillos o clavijas metálicas incrustadas en la madera. Un trozo de metal puede destruir totalmente el filo de nuestra herramienta. También hace falta verificar que la madera no este apolillada o con presencia activa de termitas. Si este fuera el caso, se puede inyectar la madera con algun producto insecticida. Una vez seguros de la desinsectación, se pueden tapar los agujeros superficiales con alguno de los diferentes sistemas tapaporos que tenemos a disposición. No es necesario sacar restos de lustres o barnices hasta que se termine de tallar la pieza.

Ya con la madera necesaria en nuestro poder, estamos en condiciones de comenzar a pensar en nuestro proyecto de talla.